Por: Gabriela Barraza
Pensando en la época de navidad y año nuevo, recuerdo siempre como mi abuela prepara su tan famoso y típico ponche de huevo. Entre pláticas y risas preparábamos todos los ingredientes para hacer la bebida especial de esa noche.Huevos, ron, leche condensada y otras cosas, adornaban la mesa de preparación; ¡a cocinar se ha dicho!
Colocando el recipiente sobre la mesa comenzó a disolver la leche condensada en dos vasos con agua muy caliente, y un poco de leche semidescremada. Mi turno de mezclar las yemas de huevo con el ron y verter la leche caliente poco a poco removiendo lento, una textura y un olor peculiar.
Colocando en 4 hermosas copas el liquido, mi abuela recordaba como a mi familia le encanta brindar con esta y dar siempre algunas palabras de agradecimiento por las bendiciones del año.
Como ultima fase de nuestra receta, y a falta de experiencia mi abuela decide quitarme los huevos para hacer la mezcla fina.Batiendo a punto de nieve 3 claras de huevo, añadiendo sin dejar batir el azúcar, con una rapidez increíble, se torna una textura esponjosa y con un color beige y olor delicioso.
Hemos terminado, y esta es la cubierta de nuestra receta de tradición familiar.
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